Siempre sé dónde encontrarlos: Un escrito del alma dedicado a la persona que fui. Anexo I. Cartas a la esperanza del futuro
Gracias a los lectores por el favor de su atención. Esta entrada es breve pero muy íntima. Les comparto las cartas que escribo, con dedicatoria especial a todas las aerolíneas, aeropuertos y personal japoneses, pues, durante muchos años, son y serán mi motor de inspiración y en estas líneas, es mi deseo reflejarlo.
Estas cartas nacen de la esperanza que deposito en el futuro, sobre todo cuando el presente se vislumbra tormentoso. Cada línea es el refuerzo que mi alma requiere para recordar quién soy, cómo he evolucionado y que puedo echar mano de esta pasión tan vehemente para afrontar las dificultades, combatir la melancolía y ejercer la introspección como arma para planear un futuro que, naturalmente, se llena de esperanza al pensar en la aviación civil japonesa.
Siempre sé dónde encontrarlos: Un escrito dedicado a la persona que fui y la aviación civil japonesa. - Cartas a la esperanza del futuro
Les escribo con el corazón abierto,
porque han sido más que un paisaje lejano: fueron mi compañía cuando la soledad
pesaba, certeza cuando nada parecía seguro. En ti encontré música, aun en el
silencio; vuelo, aun en el suelo; futuro, aun en los días más oscuros.
Los aviones de
All Nippon, JAL, Skymark, Starflyer, Solaseed Air, Air Do, Amakusa Air,
Oriental Air Bridge, Transocean Air, Japan Air Commuter, Ryukyu Air Commuter,
Air Peach, J-Air, JetStar Japan, Fuji Dream, Ibex Airlines, Hokkaido Air System
no son solo máquinas: son guardianes de mi esperanza. Con cada despegue me recuerdan que el
tiempo nunca se detiene, que siempre hay un nuevo comienzo, un horizonte
distinto, una ruta que me espera. He aprendido a mirar tus fuselajes como espejos:
en su reflejo me reconozco, me descubro y me sostengo.
Son mi radioayuda invisible. Aunque no
siempre sepa dónde estoy, sé que al pensarlos me encuentro. No son un simple
recuerdo, sino un lugar vivo: un cielo propio que habita en mí, donde la calma
y la fuerza se dan la mano. En ese espacio todo se vuelve más ligero, como si
las preocupaciones no pudieran alcanzarme. Recuerdo que por muy gris que esté
el horizonte, podemos salir de la tormenta.
A veces pienso en ti como una supernova:
explosión de luz que marca un fin y, al mismo tiempo, un principio. Así te
siento, inmensa e imposible de olvidar, iluminando incluso la oscuridad más
profunda.
Blancos, azules, grullas rojas, … cada
tono me enseñó a mirar la vida con matices nuevos, a pintar mis días con la
misma fuerza y belleza con que tú pintas los cielos.
Confieso mi gratitud: gracias por estar
incluso cuando no estabas cerca, gracias por darme la certeza de que siempre se
puede volver a volar. Pase lo que pase, sé que nunca estarán lejos de mí,
porque ya son parte de quien soy.
Recuerdos valiosos...
Gracias al aeropuerto de Sendai por permitirme estar a solas en el mirador del aeropuerto durante la noche.
Gracias a Japan Airlines por toda la orientación y atenciones prestadas para mi visita al Centro de Promoción de la Seguridad y el museo del cielo. Gracias a Hiromi y todo el espléndido personal que me hablaron en español y en inglés durante mi visita en el aeropuerto de Haneda
Gracias a la amable asistente de vuelo del vuelo Air Do 106 que, fuera de lo ordinario, también me habló en español. Quisiera poder saber tu nombre para calentar aún más mi corazón con las pocas palabras que cruzamos.
Gracias a la tripulación del vuelo 57 de Ibex Airlines por dejarme mirar la cabina de ese hermoso CRJ-700 matriculado como JA08RJ
Air Do 767-300 ER Créditos al autor original |
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