El transporte en las urbes siempre ha representado un reto para las autoridades encargadas del transporte.
El alto nivel de actividades económicas en un espacio único causa problemas complejos, cuyo análisis resulta elemental a fin de darle la mejor solución posible. El concepto de ingeniería de tránsito es una disciplina relativamente nueva que busca resolver esta problemática.
Los estudios geográficos de transporte en nuestro país son escasos, la gran mayoría de los que existen son empleados para el estudio de movilidad interurbana y urbana. Organismos como el IMT (Instituto Mexicano del Transporte) realizan investigaciones de ingeniería aplicada para entregarlos al sector público.
Para poner un ejemplo práctico, hoy analizaremos a la Ciudad de México.
Concentrándonos solo en viajes motorizados, podemos pensar que la forma más "primitiva" para desplazarse es el auto, es una forma de transporte urbano, sin embargo resulta más bien una aspiración, más que una manera de satisfacer una necesidad. Un auto, no solo en México, es una meta a lograr.
Por otro lado, si se compara con autobuses urbanos, un auto es más flexible, permite viajes "puerta a puerta", es más rápido (en tiempo de viajes al trabajo) y puede tener múltiples propósitos, pues podemos utilizarlo para trasladar "de forma más segura" mercancías personales valiosas y nos puede llevar de vacaciones a otro estado.
En el caso de las bicicletas,que han adquirido especial relevancia a raíz de la emergencia sanitaria causada por el virus SARS-Cov 2, siguen siendo un modo de transporte relegado a las limitaciones de infraestructura, la escasa cultura víal, la exposición a contaminantes y el riesgo elevado de accidentes. Aún así, las autoridades de la Ciudad de México han considerado, en años recientes, su implementación para micro viajes, en especial en las zonas de oficinas.
El automóvil sigue siendo el modo de transporte más utilizado en Ciudad de México si se considera en porcentaje, hay más autos en la ciudad que trenes del Metro (considerando su equivalencia) y, son también el modo de transporte más contaminante y que consume una alta cantidad del combustible disponible en la ciudad. Los autos ocupan mayor espacio por persona que se transporta, no solo por congestionar la red víal, sino porque es el modo de transporte que más circula en una ciudad (Un automóvil a la velocidad promedio de una ciudad, de 10 a 15km/h ocupa, con poco más de una persona a bordo, un espacio de 20 metros cuadrados, mientras que un autobús a su máxima capacidad y con menor espacio, ocupa 3 metros cuadrados por persona, ni hablar del STC Metro, que al doble de velocidad, se habla de que cada persona ocuparía 1.5 metros cuadrados)
Este tipo de problemas son más que evidentes, todo usuario del transporte tiene que lidiar con ellos a diario, solucionar estas cuestiones es un tema relevante para todo habitante de la ciudad, pues de algún modo, está relacionado a sus actividades cotidianas.
Es complicado no depender del transporte en una ciudad, los suministros de las tiendas departamentales o de abarrotes llegan a través del transporte, nuestras actividades económicas, de socialización, de ocio, de cultura, están casi siempre, relacionadas con el transporte.
Se debe ver al transporte como un medio y no como un fin, pues se deben contar con la posibilidad de que cada persona pueda llegar a donde sea productiva (en el caso de los trabajadores) sin que implique una carga adicional, cumpliendo con rapidez, calidad y un precio accesible, los estudiantes deberían llegar a sus escuelas usando solo el tiempo necesario, sin riesgos para su vida o sus pertenencias y con simplicidad, los consumidores deberían poder hacer sus compras sin ruido y contaminación adicional
A este punto, se podría pensar que el auto es el culpable universal de los problemas de tránsito (y aunque sus características agudizan estos problemas), sin embargo (Tolley y Turton 1995:186) nos recuerdan que, en una época antigua y en otras circunstancias, en la ciudad de Roma antigua, se tenía un problema de congestionamiento vehícular y contaminación, fue entonces que se culpó al caballo de estos males, siendo que no utiliza otra energía que la tracción para transportar mercancías y personas.
El problema real es resultado de un conjunto de factores o facetas interrelacionadas. (Thompson, 1970) sintetizó estos problemas de transporte urbano en:
- Movimiento de tráfico (mercancías)
- Dificultad para estacionamiento
- Impacto ambiental (contaminación)
- Condiciones de seguridad para los peatones
- Ineficiencias del transporte público (En diferentes horas del día)
- Saturación en horas pico del transporte público
- Accidentes de tránsito
Todos estos factores están relacionados, es imposible no relacionar uno con otro de algún modo, es por ello que debemos entender la problemática como un amplio esquema de problemas que atender y no como un elemento separado.
Entender un problema por separado sería, por ejemplo:
Prohibir los vehículos particulares en cierto cuadrante de la Ciudad de México.
Y la consecuencias de hacerlo de este modo, serían:
Mayor saturación del transporte público en ese cuadrante, logrando que pierda sus cualidades del servicio
Y al final, como se vió en el listado anterior, acentuaría un problema a costa de librarse de algún otro.
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